El camino hacia la vida pública y la política
Movimientos de la mujer alrededor del año
Hasta principios del siglo XX, las mujeres estaban excluidas de la esfera política pública. No podían ser miembro de asociaciones políticas ni participar en reuniones políticas. A pesar de las prohibiciones amparadas en la ley, las mujeres siempre encontraban posibilidades y formas de hacerse oír. Fundaron sus propias organizaciones y fueron perseverantes a la hora de combatir las barreras impuestas por el sexo. Hacia principios del siglo XX, consiguieron cosechar los primeros frutos de esta ardua lucha.
Marianne Hainisch
Fundadora del movimiento de la mujer (1839—1936)
Conmovida por las repercusiones políticas de la Guerra Civil de Estados Unidos, Marianne Hainisch, esposa de un industrial y madre de dos hijos, se convirtió en defensora de los derechos de la mujer. El marido de una amiga había quebrado debido a la crisis del algodón norteamericano, cayendo muy gravemente enfermo. Quedaba demostrado entonces que la educación recibida por las hijas de clases altas era inútil a la hora de tener que alimentar una familia. “De pronto me di cuenta de que las chicas burguesas necesitaban estar preparadas para ganar dinero”, escribió Hainisch. “Estaba profundamente conmovida y ese mismo día me convertí en luchadora por el avance de la mujer.” Hainisch presentó el 12 de marzo de 1870 una solicitud en el Wiener Frauen-Erwerb-Verein (Asociación vienesa de Empleo de la Mujer) por la “cuestión de la educación de la mujer” y a partir de ese momento luchó incansablemente por la igualdad de derechos en la educación. Cuando en 1893 Auguste Fickert, Rosa Mayreder y Marie Lang fundaron el Allgemeine Österreichischer Frauenverein (Asociación austriaca General de Mujeres), comenzó a trabajar estrechamente con ellas, aunque no recibió ningún apoyo estatal. No obstante, en 1892 pudo inaugurar con medios privados el primer Gymnasium (Instituto) de Niñas de Austria. Diez años más tarde, en 1902, Marianne Hainisch unificó las asociaciones de mujeres más significativas en el Bund österreichischer Frauenvereine (BÖFV) (Federación de Asociaciones austriacas de Mujeres), luchó incansablemente por el derecho al voto femenino y sucedió a su amiga la ganadora del Premio Nobel de la Paz Bertha von Suttner en la presidencia de la comisión por la paz de la BÖFV. Tras la Primera Guerra Mundial pudo ver cómo por fin en 1919 se legisló el derecho de la mujer al voto y un año después su hijo Michael se convertía en el primer Presidente de la República Federal de Austria. En 1929 fundó, ya con 90 años, el Österreichische Frauenpartei (Partido de Mujeres de Austria). A pesar de todas las ideas avanzadas, esta burguesa defensora de los derechos de la mujer siempre mantuvo los ideales del matrimonio, la maternidad y la familia. La pionera del movimiento de la mujer murió con casi 97 años en 1936 en Viena.
Auguste Fickert
Profesora, defensora de los derechos de la mujer, reformadora social (1855—1910)
Quince años después de la muerte de Auguste Fickert, se formó un comité de mujeres para construir un monumento en su honor. Dicha construcción se llevó a cabo y hoy es la única mujer que no pertenece a la realeza con una estatua hecha en mármol en el Türkenschanzpark de Viena. En el pedestal se lee: “Llena de valentía y energía consagró su vida a altos ideales.” Llevó a cabo esta lucha de forma tan incansable y con tal dedicación que no tuvo tiempo para llevar una vida privada. Rosa Mayreder honró en un obituario la “entrega sacrificada” y la “ardiente convicción” de su compañera de lucha. Con esta energía se convirtió en la figura de su generación que más logros alcanzó para Austria. Además de su tarea como profesora se ocupó de manera ininterrumpida de seguir formándose y crear una red internacional de contactos. Se dio cuenta de la necesidad de educar a las mujeres de forma que adquiriesen conciencia sobre la emancipación, para lo cual el derecho de la mujer a estudiar en la universidad era un aspecto clave que finalmente lograría. Su siguiente máxima fue “Igual salario por igual trabajo¨, una cuestión que a día de hoy todavía no se ha conseguido.
Hildegard Burian
Política social y fundadora de Caritas Socialis (1883—1933)
Muchos de los logros sociales del Estado austriaco que hoy parecen naturales, fueron posibles gracias al esfuerzo y a la iniciativa de personas como Hildegard Burian. Hildegard Freund creció en Berlín y Zurich, donde fue una de las primeras mujeres en estudiar filología germánica. Después de casarse con el húngaro Alexander Burian, se mudó a Viena, donde empezó a trabajar para mejorar la precaria situación a la que estaban sometidas las familias obreras. Abogó primero por combatir el trabajo infantil, pero los derechos de la mujer también eran para ella una gran preocupación. En 1912 fundó el Verein christlicher Heimarbeiterinnen (Asociación cristiana de Trabajadoras de Hogares) y a partir de entonces englobó en 1918 a todas las asociaciones de trabajadoras en la Asociación llamada Soziale Hilfe (Ayuda social). Sus objetivos consistían en establecer un salario mínimo, la protección legal y el apoyo financiero en caso de enfermedad, así como el derecho de asistencia durante el parto. Estaba convencida de que “el interés real por la política es una parte del cristianismo práctico.” Por consiguiente, se desempeñó como una política activa entre 1918-1920. Luego de trabajar en el Concejo Municipal de Viena, en 1919 fue elegida como la primera diputada social cristiana a integrar el Nuevo Concejo Nacional de Austria. El 4 de octubre del mismo año fundó Caritas Socialis con la ayuda del Canciller Federal Dr. Ignaz Seipel, una congregación de hermanas que trabaja sin fines de lucro para ayudar a personas enfermas y socialmente desfavorecidas hasta el día de hoy.
Irma von Troll-Borostyáni
Escritora y defensora de los derechos de la mujer (1847—1912)
Inmediatamente después de la muerte de Irma von Troll-Borostyáni, aparecieron obituarios en los periódicos más importantes de habla germana. El periódico socialdemócrata Salzburger Wacht la honró como una de las “mejores y más nobles de su sexo y como estandarte de la emancipación de la mujer cuyo nombre traspasó las fronteras de Austria”. Rosa Mayreder publicó las siguientes palabras en la revista Neues Frauenleben (Nueva vida de las mujeres): “En la tumba de una mujer cuya contribución por el movimiento austriaco de la mujer es imperecedera, una mujer que ha contribuido enormemente a través de numerosos escritos a difundir y llevar a cabo la idea del movimiento de la mujer. Es un honor para Austria que Irma von Troll-Borostyani haya pertenecido a las primeras mujeres que con sus escritos lograron que la sociedad considerara con seriedad los problemas de la mujer”. Sus obras no fueron éxitos de ventas, pero los efectos de sus escritos no pueden obviarse. Su gran estudio sobre la cuestión de la mujer Die Mission unseres Jahrhunderts (La misión de nuestro siglo) del año 1878 lo escribió en una época en la que todo pensamiento de emancipación se interpretaba como una aberración patológica. Su naturaleza firme le permitió continuar escribiendo y defendiendo sus ideales. Así, fue la primera mujer que se animó a abordar el tema de la prostitución en Austria y la primera que exigió expresamente la “igualdad de los sexos”. En sus escritos combativos en apoyo al cambio social apelaba tanto a las mujeres como a los hombres a que cumpliesen cada uno su papel