No solo musas
El reclamo por un rol activo en la vida y las artes
Durante siglos se vetó a las mujeres la posibilidad de ser artistas. La razón oficial era que en las academias de arte se aprendía a dibujar a partir de modelos desnudos, lo que se consideraba demasiado para una mujer. Así fue que el papel de las mujeres en el arte quedó muchas veces reducido al de musa. Se decía que detrás de cada gran artista había una gran mujer, y a menudo esto era cierto. La idea de que las mujeres también podían ser grandes artistas comenzaba a introducirse en la conciencia general de manera lenta y gradual.
Lina Loos
Actriz, columnista (1882—1950)
Lina Loos fue actriz de cabaré, columnista, escritora y una figura comprometida con la política y respetada universalmente en la escena artística de Viena y de los cafés literarios. Su formación como actriz la realizó en el conservatorio y en la Academia de Música. Entre 1902 y 1905 también estuvo casada con un señor famoso, el arquitecto Adolf Loos. Pero el papel secundario como su musa no era suficiente para Lina Loos. A partir de 1904 comenzó a escribir artículos para diversos periódicos y revistas, entre ellos también el Neue Wiener Tagblatt. Si bien durante su carrera como actriz no interpretó ningún papel brillante, ésta la llevó, no obstante, a Berlín, Munich y durante los años que siguieron a su divorcio incluso a San Petersburgo y a los EEUU. Antes del estallido de la Primera Guerra Mundial regresó a Viena donde honraría con su presencia los escenarios de los teatros hasta 1938, incluyéndose entre ellos el Teatro Raimund y el Volkstheater. A partir de entonces, mantuvo su actividad como escritora involucrándose además con mayor fuerza en el ámbito político. Fue vicepresidente del Bund demokratischer Frauen (Federación de Mujeres democráticas) y miembro del Österreichischer Friedensrat (Consejo por la Paz de Austria). En 1947 se publicó su obra Das Buch ohne Titel (El libro sin título), que fue su primera y única publicación independiente en vida. Durante su adultez se rodeó de una multitud de amigos y admiradores pertenecientes al mundo de las artes y de la cultura, entre ellos Peter Altenberg, Egon Friedell, Franz Theodor Csokor, Arthur Schnitzler, Else Lasker-Schüler y Berta Zuckerkandl.
Grete Wiesenthal
Bailarina (1885—1970)
El nombre Wiesenthal se relaciona incluso hoy en día de manera inconfundible, por un lado, con la agrupación de las hermanas Wiesenthal y, por el otro, con la “Técnica Wiesenthal”, un estilo de danza basado en el ritmo del vals vienés que contrarresta los elementos estáticos del ballet clásico con sus giros particularmente suaves y enérgicos. Al igual que sus hermanas Elsa y Bertha, Grete aprendió ballet según la formación clásica de Escuela de Ballet de la Wiener Hofoper (Ópera de la Corte Vienesa), donde ya con 17 años comenzó con sus presentaciones como primera bailarina. Su talento atrajo también la atención de Gustav Mahler, quien la eligiera para el papel principal en La muette de Portici (La muda de Portici). A pesar de su éxito en la Hofoper, en 1908 eligió llevar una carrera independiente debutando con un éxito rotundo junto a sus dos hermanas en el cabaré Fledermaus, al que le siguieron giras por Berlín, San Petersburgo, Budapest y Praga como artista invitada. El trabajo conjunto con Max Reinhardt la llevó a comenzar muy pronto una carrera prometedora como solista. En 1913 amplió su repertorio a través de actuaciones en el cine mudo. Grete Wiesenthal fundó y dirigió su propia escuela de ballet y enseñó entre 1934 y 1951 en la Akademie für Musik und darstellende Kunst (Academia de Música y Arte Dramático) en Viena. Su vivienda en Viena se consideraba como uno de los últimos grandes salones y durante el Tercer Reich fue un refugio para opositores al régimen.
Tina Blau
Pintora (1845—1916)
Las ambiciones artísticas de Tina Blau crecían en tierra fértil. Su padre la apoyó desde el principio, ocupándose de que tomara clases particulares con el artista austriaco August Schaeffer. Éste reconoció su amor por la Naturaleza y la motivó a pintar sobre todo paisajes. Debido a que las mujeres tenían prohibido pintar desnudos y, por tanto, el acceso a la Academia, la pintura de paisajes constituía una elección lógica en la que podían especializarse.
En 1882, Blau participó de la primera Exposición Internacional en Viena. Su cuadro Frühling im Prater (Primavera en el Prater) atrajo considerable atención. El pintor Hans Makart la eligió como la mejor obra de la muestra y se expuso también en el Salón de París donde recibió una Mención de Honor. En 1883 se mudó con su marido a Múnich, donde enseñó paisajismo y naturaleza muerta en la Damenakademie (Academia de Mujeres). Después de la muerte de su marido realizó extensos viajes y volvió finalmente a Viena tras diez años de ausencia, donde entre otras actividades fundó junto a Rosa Mayreder la Kunstschule für Frauen und Mädchen (Escuela de arte para mujeres y niñas) de la que sería directora durante dos décadas.
Hedy Lamarr
Actriz e inventora (1914—2000)
En los años 30 Hedy Lamarr, famosa por realizar la primera escena de desnudo en el cine, fue considerada la mujer más bella del mundo. Aprovechó su fama internacional para comenzar una carrera en Hollywood, donde filmaría alrededor de 30 películas para la Metro-Goldwyn-Mayer. Nadie sabía que su tiempo libre lo dedicaba a desarrollar una tecnología de seguridad inalámbrica que hasta la actualidad sirve como base de la defensa por satélite y de la telefonía móvil de los Estados Unidos de América. Este descubrimiento fue tan brillante que los productores de cine le prohibieron hablar de ello. La inteligencia no era una cualidad deseable para una diva del cine, cuyo trabajo aparentemente debía restringirse a ser bella. A finales de los años 50, Hedy Lamarr, madre de tres hijos, se retiró del cine. Hacia el final de su vida fue reconocida tanto en Estados Unidos como en Austria por su papel como actriz e inventora. Sin embargo, nunca más apareció en público, por lo que envío a su hijo como representante para aceptar los honores.
Alma Mahler-Werfel
Compositora y salonnière (1879—1964)
Alma Mahler-Werfel nació en un mundo artístico del cual pronto también participó. El primero de los cuatro hombres que se enamoraron de ella fue Gustav Klimt. En 1902 sin embargo, se casó con el compositor y director de la Hofoper Gustav Mahler, quien fuera 20 años mayor que ella. Éste reprimía el don de la muy dotada compositora diciéndole: “¿Cómo vamos a ser un matrimonio de compositores? (…) De ahora en adelante solo tienes una tarea: hacerme feliz.” A pesar de que el matrimonio se volvió cada vez más difícil, Alma Mahler dedicó su vida a cuidar de su marido enfermo. Cuando éste murió en 1911, adoptó rápidamente el rol de viuda deseada y comenzó una aventura con el joven pintor Oskar Kokoschka. Como esperaba un hijo del arquitecto Walter Gropius, contrajo matrimonio con él pero a los dos años se divorció para casarse en 1917 con el escritor Franz Werfel. Éste al igual que Gustav Mahler era judío y a pesar de que Alma Mahler-Werfel mostraba con frecuencia sus tendencias antisemitas, siguió y apoyó a Werfel durante su exilio americano. Antes de morir en Nueva York en 1964, se aseguró de que fuera recordada por su autobiografía Mein Leben (Mi Vida), en la que se retrataba como la mujer más deseada del siglo XX.