En el estudio de Klimt fueron creadas, entre 1912 y 1918, numerosas obras importantes, entre ellas el gran cuadro La muerte y la vida, y algunos cuadros paisajísticos del lago Attersee y del lago Garda. Muchos de sus compañeros también artistas, entre ellos Egon Schiele, cuyo estudio no estaba muy lejos de la calle Feldmühlgasse, fueron invitados al estudio. En febrero de 1918, Klimt sufrió un derrame cerebral a los 55 años de edad y murió de neumonía en el Hospital General. Egon Schiele pintó allí a su mentor, tres veces, en su lecho de muerte, y también fue quien se encargó del estudio de Klimt tras su muerte. Sin embargo, murió poco después, en octubre de 1918, a consecuencia de la gripe española, que en aquel momento se extendía por Europa. Gustav Klimt fue enterrado en el cementerio de Hietzing. Nos queda el epitafio de Schiele sobre Klimt: “Gustav Klimt / Un artista de increíble perfección / Un hombre de extraordinaria profundidad / Su obra es un santuario.”