«Hacinados en chozas de barro […], teníamos que realizar pesados trabajos físicos»
Declaración jurada de Paul Celan ante la Oficina de Reparación a las Víctimas, en Düsseldorf, 10.10.1964
Tras la agresión de las tropas de Hitler a la Unión Soviética en 1941 y la entrada de Rumanía en la guerra del lado de Alemania, la Bucovina natal se ve de inmediato azotada por el terror nacionalsocialista. En Czernovitz se establece un gueto. Celan es testigo de la deportación de sus padres (primero al campo de Mihailovka, en Transinistria, y más tarde al de Krasnopolka, en Ucrania). Él, por su parte, es internado en el campo de trabajo de Tăbărăști, cerca de Buzău. En el otoño-invierno de 1942 recibe la noticia de la muerte de sus progenitores: el padre a causa del tifus; su madre, muy probablemente, de un disparo en la cabeza. A partir de ese momento el superviviente Celan desarrolla sentimientos de culpa cada vez más intensos. Sus poemas se ocupan forzosamente del tema de la muerte y evocan de manera recurrente la figura de la madre.
