«Leer —y también publicar— no me reporta ya regocijo alguno».
Carta a Ilse Aichinger, París, 31.12.1960
Ya en 1949, por recomendación de Alfred Margul-Sperber, Celan intenta afanosamente establecer contacto con el matrimonio formado por Claire e Yvan Goll, de quien traducirá varios poemas antes y después de la muerte de Goll en el año 1950. Ese encuentro tendrá consecuencias fatales para Celan. A partir de 1960, Claire Goll lo acusará de haber cometido plagio. El escándalo se difunde debido a una bien orquestada campaña de prensa que, de manera lenta, pero demoledora, contribuirá a empeorar el estado mental de Celan, dará pábulo a su creciente asco por la literatura e irá debilitando su voluntad de vivir.